Aquí se inventó el Skate. Con eso lo digo todo. Pero lo más sorprendente no son quienes lo practican en sus calles, ni la cantidad de surferos, ni las hermosas casas en primera línea de playa, ni su multitud de pescadores. Lo más impresionante de este pequeño pueblo de la costa californiana es la espectacular montaña rusa que tienen en la playa y cuyas luces encienden al atardecer para crear una postal muy americana.
Puede ser que si fuera rico me viniera a vivir a Santa Cruz. Buen clima, naturaleza, tranquilidad, increíbles casas en primera línea de mar, animales por doquier, el skate como medio de locomoción principal, buen ambiente, buen pescado, buenas playas… ¿Qué más te puedo decir?
Dormí como un pobre en el barrio de los ricos. Porque yo también me quería despertar frente al mar. Así que aparqué el todoterreno en el paseo y a descansar. Algo que no es difícil en esta población. Es un lugar muy pausado. Todo son silencios. O como mucho el ruido del mar. Una sinfonía. Te recuerda más al ritmo de Asia que al de América. Pero estamos en uno de los corazones de la patria del Tío Sam.
Pasear, bañarse y al atardecer, a la playa del centro del pueblo. Por una curiosidad muy especial. En ella hay un parque de atracciones con una montaña rusa de esas que solo se ven en las películas. Casi sobre el agua. Y al atardecer, cuando el Sol da sus últimos latidos, la encienden con miles de bombillas multicolor creando una estampa de lo más sorprendente. Una de esas que no te esperas. Un regalo del camino.
Todo rodeado de pescadores, de skaters y de gente joven que viene y va casi ajena al regalo del que disfrutan diariamente. Esto es Santa Cruz, este es el verdadera cuna del ambiente californiano del norte.
Más artículos sobre California:
Kitesurf en la Bahía de San Francisco.
Alcatraz, la cárcel desde dentro.
Alcatraz, según un ex presidiario.
El Golden Gate, el puente de América.
Qué ver y qué hacer en San Francisco.